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5 consejos para diseñar un producto digital con mucho contenido
Como UX Designer te habrás encontrado ante esta dificultad: ¿Qué hacer si tienes que enseñar mucha información y no quieres que las personas usuarias se escapen de tu sitio web?
Cuando estamos diseñando una interfaz y tenemos mucha información que mostrar, encontrar la forma de estructurar el contenido puede llegar a ser muy complejo.
Un sitio web que alberga una gran cantidad de información, si no está bien estructurado, corre el riesgo de crear confusión e insatisfacción en las personas usuarias que, con alta probabilidad, abandonarán el sitio y no regresarán nunca.
1. Ver el contenido de un vistazo
Cuando una persona usuaria aterriza en una página que nunca antes había visto, debe encontrar inmediatamente algo, como gráficos o texto, que llamen su atención, y le permitan corroborar que ha aterrizado en la página correcta. Además, cuando el tiempo medio de retención es muy corto, hay que facilitar al máximo las búsquedas.
Las personas usuarias tienen que entender rápidamente cómo está organizada una página y cómo funciona. La finalidad es que las personas usuarias sean capaces de hacerse una idea de lo que les espera en el sitio web o aplicación si siguen leyendo.
En el mundo del Diseño UX existen diferentes patrones de lectura de productos digitales que explican cómo las personas usuarias escanean el contenido.
Ver también:
- Patrones de escaneo
- Patrón de diseño en forma de Z para una mejor lectura
- El patrón en forma de F y la lectura en productos digitales
- El patrón de cortadora de césped en el escaneo de información
2. Que hacer clic sea intuitivo
Al diseñar un producto digital con una gran cantidad de información, la elección de colores e imágenes, la disposición de los contenidos y la distribución del texto juegan un papel muy importante.
Todos los elementos gráficos del diseño, cuando son coherentes y están bien estructurados, se convierten en piezas clave para mantener activa la atención de las personas usuarias y evitar el efecto de pérdida de interés debido al alto volumen de información.
3. Mostrar detalles con desplegables
Cuando queremos darle relevancia a cada detalle en una página con mucho contenido, se crea un desorden y un exceso de información que fatiga mucho a las personas usuarias.
Es preferible, al principio, dar a las personas usuarias suficiente material para comprender la premisa y la información principal, y que después tengan la opción de “desplegar” más contenido.
Un ejemplo podría ser el uso de puntos suspensivos para acortar cuerpos largos de texto o habilitar siempre la opción de búsqueda y filtros dentro del sitio, facilitando el movimiento de las personas usuarias entre múltiples páginas o contenidos muy extensos.
Ver también: Cómo diseñar con alta densidad de información
4. Hacer que la navegación sea obvia
Las personas usuarias siempre deben saber dónde están, cómo han llegado ahí y cómo volver a la página de inicio.
Algunos consejos para crear rutas claras son:
- Usar las migas de pan o breadcrumbs
- Hacer que el menú de navegación sea claro y esté completo
- Señalar claramente qué elementos son estáticos y con cuáles se puede interactuar (botones, iconos, imágenes)
- Proporcionar una confirmación en las acciones que realizan las personas usuarias
5. Ayudar con los errores
Siempre existe la posibilidad de que las personas usuarias caigan en algún error, por lo que hay que estar preparado y comunicar dos puntos muy importantes:
- Avisar a las personas usuarias de que tienen la posibilidad de detener la acción que están realizando antes de cometer un error
- Ofrecer una solución para salir o corregir el error
Ver también: Consejos de diseño para el error
Para la prevención de errores, un consejo útil puede ser insertar un texto descriptivo muy claro que respalde la consecuencia de cada acción. Por ejemplo, es preferible utilizar palabras de acción explícitas como «guardar» y «no guardar», en lugar del clásico «aceptar» o «cancelar».
En definitiva, cuando diseñamos un producto digital con mucho contenido, tenemos que conseguir que sea usable, entendible y que no conlleve una carga cognitiva muy elevada para las personas usuarias, ya que eso podría provocar frustración.