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Aplicando los principios Lean a la mejora de la experiencia de usuario
Anteriormente hablamos de Agile y UX, y de cómo ambos mundos pueden funcionar a la perfección juntos si somos proactivos. Ahora vamos a ver de qué manera los principios Lean podemos usarlos en UX y mejorar la calidad de los entregables de nuestros proyectos.
¿Qué es Lean UX?
El Lean UX es una metodología de trabajo que conjuga el Design Thinking, las metodologías de desarrollo ágil y el método Lean Startup.
El Design Thinking consiste en entender las necesidades de los usuarios, identificar sus problemas, hacer un brainstorming (lluvia de ideas), prototipar (llevar las ideas a la realidad) y testear. Esta última fase es la más importante, ya que es aquí cuando podemos identificar las mejoras para poder llegar a la solución perfecta.
Las metodologías ágiles se basan en adaptar completamente la forma de trabajo y ejecución a cada proyecto concreto, de forma que se puede adaptar según las circunstancias específicas del entorno.
El método Lean Startup se fundamenta en tener como prioridad absoluta las necesidades del cliente, comunicarse con él y utilizar la información que recibamos para ir modificando el producto hasta llegar a la versión final.
El punto en común entre estas tres técnicas es que no son procesos rígidos ni lineales. La clave es ser capaz de identificar problemas lo antes posible e iterar, y repetir el proceso hasta llegar al producto o servicio final. Esto se consigue modificando la inflexible jerarquía organizacional de los equipos a la que estamos acostumbrados, haciendo que sean más colaborativos, multidisciplinarios y con capacidad para adaptarse a los cambios.
Al utilizar el modelo Lean UX lo que se busca es encontrar un producto mínimo viable (MVP), testearlo con los clientes para conseguir feedback, hacer revisiones rápidas e ir mejorándolo hasta llegar al producto final.
Pero…, ¿cómo vamos a conseguir que la experiencia de usuario sea perfecta si no hablamos con él?
Las entrevistas con los usuarios son una parte muy importante del proceso de diseño centrado en el usuario. Tenemos que hablar con ellos y escuchar sus puntos de dolor.
Es aquí cuando entra en acción la mítica frase Get out of the building, que significa que la única forma de transformar hipótesis en hechos es hablando con los usuarios, y testeando las hipótesis.
Proceso utilizado en Lean UX
El proceso de trabajo que se utiliza en Lean UX es pensar, hacer y validar.
En primer lugar, se plantean los problemas existentes, para analizarlos y plantear las hipótesis que se van a testear. Esto quiere decir que debemos investigar el problema, para después poco a poco desarrollar la solución perfecta (y aquí el orden de los factores es muy importante).
Después, partiendo de las hipótesis planteadas se crea un producto mínimo viable para comprobar si una hipótesis es válida, y, a través del feedback que se reciba, se van incorporando las mejoras al producto.
Al seguir este método el progreso se mide en resultados, es decir, en conseguir la validación o rechazo de las hipótesis, no en tener el producto terminado al 100% antes de empezar a hablar con los clientes o usuarios.
Otro punto muy importante del Lean UX es que está permitido fallar, ya que es un punto clave para aprender, mejorar y avanzar en la dirección adecuada. Además, toda la filosofía consiste en iterar, aprendiendo continuamente lo que funciona para tus usuarios (o no) e implementar lo cambios necesarios.
Para finalizar, es importante recalcar que el proceso Lean UX no es una serie de herramientas, ni de técnicas concretas. En realidad se trata de una filosofía fundamental y un método de trabajo adaptado a los rápidos cambios, tanto de la tecnología como de las necesidades de los usuarios.