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Cómo la Smart Home ha cambiado nuestra cotidianidad
Poco a poco la domótica, es decir, la tecnología que permite controlar el hogar, se ha ido democratizando y ya no es un lujo al alcance de muy pocos. Todos podemos tener acceso a ella con una inversión mínima.
Gracias al wifi, al internet de las cosas (IoT) y la domótica podemos controlar la iluminación, la temperatura, los electrodomésticos e incluso la seguridad.
Una buena forma de empezar a implementar la domótica en nuestro hogar es utilizando las bombillas inteligentes, ya que no necesitan ni una gran inversión ni obras, y se pueden disfrutar desde el primer momento. Las bombillas inteligentes se pueden incorporar en cualquier lámpara que ya tengamos, y se pueden regular y controlar con un mando inalámbrico, a través de nuestro smartphone o, si lo tenemos, a través de algún altavoz inteligente, como Amazon Echo Dot o Google Nest.
Otra forma sencilla de empezar a utilizar la domótica en nuestra casa es utilizando enchufes inteligentes. Gracias a ellos podremos controlar y programar casi cualquier aparato que se enchufe a la electricidad, y nos permitirá apagarlos o encenderlos de forma remota.
Una vez que tengamos conectados todos nuestros aparatos inteligentes podremos controlarlos a través de una aplicación en el móvil o en otro dispositivo. Cuando hagamos las compras para crear nuestra Smart Home es muy importante que nos aseguremos de que los dispositivos son compatibles con la aplicación o las aplicaciones que vayamos a utilizar para gestionarlos, de forma que le podamos sacar el máximo partido posible. Actualmente existen muchas opciones, y las grandes compañías como Apple, Google, Amazon o Xiaomi tienen sus propios sistemas de integración.
Ventajas de vivir en una Smart Home
La vida es mucho más fácil cuando equipamos nuestro hogar con soluciones inteligentes y lo convertimos en una Smart home. La domótica, además de permitirnos programar el hogar para hacer un uso más eficiente de la energía, también nos ayuda a vivir de forma mucho más cómoda.
Por ejemplo, podemos configurar una bombilla inteligente para que antes de despertarnos la luz se vaya encendiendo poco a poco, y podemos sustituir el clásico pitido del despertador por nuestra canción favorita para que suene en un dispositivo de voz. También podemos configurar las persianas para que se suban automáticamente a la hora en la que nos despertamos, y configurar la cafetera para que el café esté listo a la hora que deseamos.
También existen en el mercado otros electrodomésticos que se pueden controlar a través de una aplicación móvil, como el horno, la lavadora o incluso una placa de inducción.
Utilizando el Amazon Echo Dot o Google Nest podemos crear una lista de la compra y utilizar un comando de voz para pedirle que añada X producto a nuestra propia lista de la compra. Esta opción nos permite ir creando la lista de la compra conforme se nos ocurre algo que queremos comprar o se termina alguno de nuestros productos. Así, siempre nos aseguramos de tener la lista de la compra actualizada, y no tendremos que dedicar un tiempo extra a pensar qué queremos comprar.
Utilizar la domótica para ahorrar energía
Además de todas las ventajas y comodidades que nos ofrece vivir en una Smart home, la domótica también es un buen recurso para ahorrar energía.
Con los sistemas domóticos podemos conseguir reducir considerablemente el gasto energético del hogar. Esto se consigue con una gestión eficiente de la climatización, la luz, el agua caliente y los electrodomésticos.
También podemos utilizar sensores de movimiento para que se apaguen las luces de las habitaciones cuando no haya nadie en ellas, o se enciendan cuando detectan una presencia. Esta característica tan aparentemente sencilla puede permitir ahorrar mucha energía.
Los termostatos y los programadores también son capaces de adaptar la temperatura de la calefacción y el aire acondicionado para mantener una temperatura constante. Incluso los podemos programar para que se activen y desactiven según los horarios del precio de la energía. Por otra parte, también existe la posibilidad de instalar ventanas, persianas y estores eléctricos para controlar la temperatura interior y la calidad del aire.
La UX en la Smart Home
Las facilidades que nos puede ofrecer la domótica no servirían de nada si la UX de estos productos no estuviera diseñada a la perfección. El ámbito del diseño UX se tiene que centrar en que este tipo de tecnología sea fácil de usar y facilite la vida de las personas en sus tareas cotidianas.
Es muy importante conocer las necesidades de las personas usuarias para poder ofrecer una solución dentro del diseño global de la experiencia de la domótica. Una experiencia fluida tenemos que pensar de la misma forma que lo haría la persona usuaria. Para ello, es muy recomendable crear flujos para visualizar cómo es el proceso entre el usuario y un dispositivo. Está herramienta nos ayudará a crear interrelaciones entre cómo las personas usuarias utilizan el producto y cuál debería ser el resultado.
El diseño de interacciones y el diseño de dispositivos de voz es esencial para que la domótica tenga una buena UX, y las posibilidades de lo que nos puede ofrecer la tecnología son casi ilimitadas. Cuando empezó a implementarse la domótica lo habitual era incorporar luces con detección de movimiento y puertas de garaje automáticas. A día de hoy tenemos a nuestra disposición una gran variedad de dispositivos por voz, y, por ejemplo, el reconocimiento facial forma parte de nuestro día a día.
En definitiva, hoy en día la domótica está al alcance de todos, y podemos ir incorporando nuevos dispositivos inteligentes poco a poco. Las comodidades que nos ofrece tener una Smart Home son casi infinitas.