Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Cómo trabajamos (IV): Experimentación continua
En nuestra vida cotidiana realizamos experimentos frecuentemente: buscamos el trayecto más corto o más rápido para ir a trabajar, por ejemplo. La experimentación permite una evaluación aproximada de cómo se comporta algo, restringida a un entorno controlado. En la empresa, los experimentos no son algo novedoso. Por ejemplo, los estudios de Hawthorne Works en los años 20 y 30 del siglo pasado sobre el aumento de productividad en entornos de trabajo lo demuestran. En la empresa actual, la experimentación en la empresa suele centrarse básicamente en dos áreas: el diseño y la mejora de procesos y productos.
Pero los modelos de gestión se han estandarizado tanto, que en muchas organizaciones la cultura de experimentación se pierde en favor de la predictibilidad de los procesos. Estamos educados en medir y mejorar el rendimiento de forma casi compulsiva. La gestión que nos enseñaron explica que la organización es susceptible de ser vista como un gran proceso con sus entradas, salidas y tareas. Sin embargo, como explica el economista Tim Harford: “el ensayo y error funciona, hay que abandonar el complejo de Dios”.
Más experimentos en estudio
La mayoría de los problemas en gestión están condicionados por la variable tiempo y la variable presupuesto, lo que puede supone una limitación importante a la hora de experimentar para una empresa pequeña como el estudio.
Sin embargo, desde hace un tiempo, en el estudio venimos aplicando pequeños experimentos en el puesto de trabajo que nos ayudan a innovar en la forma que hacemos las cosas. El equipo de gestión proponemos pequeños experimentos para ir poniendo en marcha pero, sobre todo, queremos que sea cada persona quien experimente y nos cuente qué resultados va obteniendo. Asumiendo que no siempre es posible perseguir la eficiencia, y que ni siquiera podemos asegurar la eficacia de cada acción, debemos tomar las decisiones de otra manera. Solo hay que plantearse una pregunta: ¿cómo puedo/podemos obtener de este experimento la mayor información posible y de la manera más efectiva?
La cultura de confianza y de autogestión que estamos empeñados en implantar en el estudio sólo puede conseguirse dando importancia a aceptar el error como parte del proceso de aprendizaje y de éxito. Igual que mejoramos la experiencia del usuario usando microinteracciones, diseñamos experimentos que afecten a áreas pequeñas de la organización para evaluar qué impacto tienen y poder escalarlas si tiene sentido.
Algunos ejemplos de tres pequeños experimentos que estamos llevando a cabo, y que pueden contarse.
En los últimos meses, habréis visto que el ritmo de publicación en el blog se ha incrementado notablemente. Al principio, eran Samuel y Daniel las personas que lideraban ese tema, pero decidimos que debía ser un trabajo más distribuido. Por ese motivo, todas las personas del estudio nos hemos ido incorporando en generar contenidos para el blog del estudio, como principal herramienta de visibilidad del trabajo y conocimientos. Samuel sigue llevando el peso del blog como responsable del proyecto, pero todos colaboramos con una publicación mensual como mínimo.
Alineado con el experimento anterior, hemos puesto en marcha otra idea para generar más conocimiento interno. Cuando alguno lee algún artículo o post que merece la pena compartir con el resto, lo recogemos en un tablero de Trello que usamos todos y donde agrupamos estos artículos. En pocos meses tenemos una fuente de conocimiento increíble. Además, si el artículo tiene conclusiones aprovechables, lo marcamos para poder escribir sobre ese tema en el blog. Todos esos artículos referenciados se evalúan en una reunión mensual, tercer experimento, donde decidimos los artículos que escribiremos el mes siguiente en nuestro blog alineados con las líneas editoriales que tratamos (metodología UX, Service Design, móvil, tendencias, estrategia de contenidos o multicanal, por ejemplo). Otra reunión donde inicialmente estábamos unos pocos y que, progresivamente, ha ido incorporando a todas las personas del estudio. Todos participamos y traemos propuestas de temas para escribir en el blog.
Como véis, no siempre medimos el comportamiento esperado del experimento sólo en base a un resultado, lo que aprendemos por el camino es tan importante como ese resultado.
Son pequeños pasos en la línea de conseguir objetivos controlados, pero que nos ayudan a conseguir mejores resultados. En muchos casos, la experimentación nos ayuda en esa aproximación que luego podemos agregar y escalar para innovar más y mejor en cómo hacemos las cosas.
En Torresburriel Estudio apoyamos el rediseño de tu producto digital, con un proyecto de acompañamiento donde aplicamos metodologías de diseño centrado en el usuario. Contacta con nosotros, y cuéntanos tu proyecto. Te enviaremos una propuesta adaptada a tus necesidades y presupuesto.
[…] hablamos de la cultura de experimentación en el estudio, nos centramos en explicar cómo aplicamos pequeños experimentos en el puesto de trabajo que nos […]
[…] todo ello aderezado con nuestra obsesión por experimentar, ir dando pasos pequeños con objetivos cercanos y bien definidos, de forma que la probabilidad de […]
[…] “ritmo de competición”), para ser más efectivos en su desempeño. Confianza para poder experimentar sin miedo, para agregar y escalar, para innovar más y mejor en cómo hacemos las cosas. También en […]