Cómo trabajamos (IX): Aplicando un código de conducta profesional

A finales de 2015, una de las líneas estratégicas que nos marcamos para el estudio era crecer, sin prisa pero sin pausa. Para ello, ya os hemos ido contando que hemos instaurado una serie de cambios organizativos con la ayuda de Alfonso Romay.

Foto de Karim D. Ghantous

Durante mis años de experiencia he intentado ser un profesional de la UX lo más cercano posible a lo que me gustaría como cliente. También he colaborado – y sigo colaborando – con iniciativas que crean un marco profesional para la experiencia de usuario, tanto desde el punto de vista del cliente como del profesional.

He colaborado en iniciativas como Cadius Zaragoza, y he colaborado con innumerables instituciones para introducir o desarrollar esas habilidades de experiencia de usuario en los sitios de comercio electrónico de empresas de Aragón, pero también otras zonas de España e incluso en países de Latinoamérica como Colombia y México.

Siempre estoy dispuesto a colaborar en proyectos que me motiven donde pueda aportar para mejorar la experiencia de usuario, y lo seguiré estando siempre que mi agenda me lo permita.

Dentro de ese marco de trabajo profesional donde me siento más cómodo, me gustaría hablar hoy del código de conducta que nos hemos dotado para que las personas que trabajan en nuestros proyectos, sean internas o externas. Se trata de un marco de referencia para definir cuál debe ser el comportamiento esperado en nuestro trabajo diario. Como estudio estamos empeñados en dar autonomía y confianza, y la contraprestación debe ser una actitud profesional y responsable.

Responsabilidad Social Corporativa en TBE

En el estudio, queremos ir trabajando la RSC pero que no sea papel mojado. Queremos que la transparencia, la profesionalidad y la responsabilidad con el cliente sean nuestra bandera, aunque eso suponga perder algún cliente.

Uno de las principios que he mantenido a lo largo de tantos años de bagaje profesional es evitar trabajar al mismo tiempo con dos empresas que sean competencia directa. Es una regla que en estos años me ha servido y que refuerza esa imagen de seriedad y buen hacer que queremos transmitir como organización.

Otro principio es explicar al cliente el servicio que comprará, las posibles consecuencias que tendrá y el más que probable impacto en su estructura. Muchas veces no resulta sencillo explicar un trabajo tan conceptual como la experiencia de usuario. Es un trabajo muy costoso y hay veces que un cliente prefiere finalizar en cuanto tiene resultados en vez de abordar cambios profundos, algo perfectamente entendible.

Código de conducta de TBE

Como ya he dicho antes, hemos desarrollado una guía que ayuden a determinar cómo debemos comportarnos en nuestro trabajo. No pretende describir exhaustivamente posibles situaciones problemáticas, sino más bien servir como documento de referencia para saber cómo actuar ante posibles conflictos de interés.

Se trata, por tanto, de un documento “vivo” que probablemente iremos enriqueciendo con la experiencia. Por eso, lo colgamos como documento en Google Drive, porque lo iremos actualizando.

Código de conducta (en castellano)

De hecho, hemos incorporado una versión en inglés para nuestro trabajo con clientes internacionales. Nunca está de más facilitar esta información a un cliente que no conoce nuestra forma de hacer pero confía en nuestros servicios:

Código de conducta (en inglés)

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