Desafíos de diseño UX en dispositivos múltiples

Diseño UX
13/8/2024
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Torresburriel Estudio
Manos de una persona con un reloj inteligente negro en la muñeca izquierda, descansando sobre una mesa blanca. En primer plano, un teléfono inteligente boca arriba también sobre la mesa. La escena sugiere el uso y sincronización de múltiples dispositivos tecnológicos.

Accedemos a contenido utilizando una variedad de dispositivos, como smartphones, tablets, laptops y smartwatches. Cada uno de estos dispositivos presenta sus propias características y limitaciones, lo que hace que diseñar una experiencia de usuario uniforme tenga más complejidad de lo que podemos pensar en un principio. 

Para los diseñadores UX, es fundamental que entendamos y nos adaptemos a los diferentes contextos en los que los usuarios interactúan con estos dispositivos.

Por ejemplo, un usuario de smartphone puede necesitar obtener información rápidamente mientras se desplaza, requiriendo una interfaz ágil y accesible en movimiento. En cambio, un usuario de laptop probablemente se encuentre en un entorno más fijo, permitiendo una interacción más prolongada y detallada. Estas diferencias influyen en el diseño visual, y en cómo se estructuran y priorizan las funcionalidades.

Consistencia de la experiencia de usuario

Como comentábamos hace unas líneas, uno de los mayores desafíos al diseñar para múltiples dispositivos es mantener una experiencia de usuario consistente. Los usuarios esperan que una aplicación o sitio web funcione de manera similar sin importar el dispositivo que estén utilizando. 

Aunque lograr esta uniformidad puede ser todo un reto debido a las diferencias en tamaños de pantalla, capacidades de hardware y métodos de interacción entre dispositivos. Estos son algunos de los puntos que debemos considerar:

  1. Diseño responsivo. La interfaz se tiene que adaptar fluidamente a diferentes tamaños de pantalla y resoluciones. Utilizar técnicas como el diseño fluido y las cuadrículas flexibles permite que el contenido se reorganice de manera adecuada en cada dispositivo. Ver también: responsive design y breakpoints
  2. Patrones de diseño consistentes. Esto asegura que los usuarios reconozcan y entiendan fácilmente cómo interactuar con la aplicación o sitio web. Los elementos como menús de navegación, iconos y botones deben tener una apariencia y funcionamiento similares.
  3. Pruebas cruzadas. Las pruebas en múltiples dispositivos nos ayudan a identificar y corregir inconsistencias. Nos tenemos que asegurar de que todas las funciones y elementos visuales funcionen correctamente en diferentes entornos y que las transiciones entre dispositivos sean suaves.
  4. Interfaz de usuario adaptativa. El ajuste no tiene que ser solo del diseño, sino también de las funciones disponibles según el dispositivo. Esto significa que algunas características pueden estar presentes o ausentes dependiendo del dispositivo, pero el núcleo de la experiencia sigue siendo consistente.

Adaptabilidad del contenido

Lo que funciona bien en una pantalla grande de escritorio puede no ser efectivo en una pantalla pequeña de smartphone, o incluso de smartwatch.

La forma en que se muestra y organiza la información tiene que adaptarse a cada dispositivo, sin perder su eficacia.

  1. Reorganización y redimensionamiento del contenido: implementar un diseño adaptable que ajuste la disposición y el tamaño del contenido según el dispositivo. Esto puede incluir cambiar el tamaño de las imágenes, reorganizar los bloques de texto y ajustar los márgenes y el espaciado.
  2. Mostrar lo esencial primero: en dispositivos con pantallas pequeñas, es crucial mostrar primero el contenido más importante. Esto puede implicar ocultar o minimizar elementos menos relevantes y asegurarse de que la información crítica esté siempre visible.
  3. Utilización de menús y secciones desplegables: para ahorrar espacio y mantener la interfaz limpia, usar menús desplegables y secciones colapsables que el usuario pueda expandir según sea necesario. Ver también: tipos de menús de navegación web
  4. Componentes reutilizables y flexibles: utilizar un diseño modular que permita que los componentes individuales del contenido se ajusten automáticamente a diferentes tamaños y resoluciones de pantalla. Esto facilita la adaptación del diseño a nuevos dispositivos y tamaños de pantalla sin necesidad de rediseñar cada elemento desde cero.
  5. Carga de imágenes responsivas: implementar técnicas como el uso de imágenes responsivas que carguen diferentes resoluciones según el dispositivo. Esto asegura una carga rápida y una visualización óptima en todos los dispositivos.
  6. Ajuste de tamaños de fuente y espaciado: asegurarse de que los tamaños de fuente sean legibles en todas las pantallas. Ajustar el espaciado entre líneas y párrafos para mejorar la legibilidad. Ver también: cómo crear un sistema topográfico perfecto

Diferencias en la interacción

Los métodos de interacción varían significativamente entre dispositivos, desde toques y deslizamientos en pantallas táctiles hasta clics y teclados en ordenadores, y gestos o controles de voz en smartwatches y dispositivos más avanzados. Cada método de entrada tiene sus propias ventajas y limitaciones, lo que puede afectar cómo los usuarios navegan y utilizan una aplicación o sitio web.

  1. Priorizar las interacciones táctiles: adoptar un enfoque de diseño mobile-first, que significa diseñar primero para dispositivos móviles y luego escalar hacia arriba para dispositivos más grandes. Este enfoque asegura que las interacciones táctiles sean intuitivas y fluidas.
  2. Implementar gestos intuitivos: incorporar gestos comunes y fáciles de aprender, como deslizamientos, pellizcos para hacer zoom y toques largos para acciones secundarias.
  3. Soporte para dispositivos de escritorio: asegurarse de que las aplicaciones y sitios web sean igualmente utilizables con un ratón y un teclado. Esto incluye la navegación mediante teclas de flecha, atajos de teclado y clics de ratón.
  4. Combinación de métodos de entrada: diseñar interfaces que soporten múltiples métodos de entrada de manera fluida, permitiendo a los usuarios cambiar entre táctil, ratón, teclado y voz según sea necesario.
  5. Feedback visual y háptico: proporcionar indicadores claros cuando se realiza una interacción. Esto puede incluir efectos visuales como cambios de color o animaciones, y feedback háptico como vibraciones para confirmar acciones.

Como diseñadores, es muy importante que entendamos y adaptemos el diseño a los diferentes contextos de uso, para crear interfaces intuitivas y eficientes que proporcionen una experiencia coherente y satisfactoria, sin importar el dispositivo que utilicen los usuarios. La clave está en la flexibilidad y en mantener siempre al usuario en el centro del proceso de diseño.


Foto de portada de Dose Media en Unsplash.

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