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Evaluación formativa y evaluación sumativa
Nielsen Norman ha publicado un artículo sobre la evaluación formativa y la sumativa y las diferencias entre ellas.
En la experiencia de usuario, predicamos sobre la iteración y la evaluación. Hay dos tipos de evaluación, la formativa y la sumativa, y dónde estés en el proceso de diseño determina el tipo de evaluación debes hacer.
La evaluación formativa se centra en determinar qué aspectos del diseño funcionan bien o no, y por qué. Estas evaluaciones ocurren durante un rediseño y dan información para mejorar incrementalmente el interfaz.
Digamos que prototipamos una solución para un nuevo rediseño de una app, la testeamos con usuarios para ver cómo de usable es. Este estudio identifica varios problemas en nuestro prototipo que son arreglados en un nuevo prototipo. Este test es un ejemplo de evaluación formativa, ya que ayuda a los diseñadores a identificar que se necesita ser cambiado para mejorar el interfaz.
Las evaluaciones formativas de interfaces involucran testing y cambiar el producto, normalmente varias veces, hasta que cumpla el proceso de rediseño o mientras se crea un nuevo producto. Las evaluaciones formativas sirve para mejorar el diseño por el camino correcto.
Las evaluaciones sumativas describen cómo de bien funciona un diseño, habitualmente comparado con un benchmark de una versión anterior del diseño o un competidor. Al contrario que las evaluaciones formativas, estos objetivos son para informar al proceso de diseño, las evaluaciones sumativas involucran obtener la imagen completa y evaluar la experiencia completa de un producto final. Las evaluaciones sumativas ocurren menos frecuentemente que las formativas, usualmente antes o después de un rediseño.
Volvamos al ejemplo de la app, hemos lanzado una nueva app y es la hora de probar como rinde con respecto a la versión previa. Podemos reunir el tiempo por tarea y el ratio de éxito para las funciones principales de la app. Y podemos compararlas con las obtenidas en la versión previa de la app a ver si hay mejoras. Este tipo de estudio es una evaluación sumativa, ya que evalúa un producto lanzado con el objetivo de medir el rendimiento a lo largo del tiempo.
Métodos de investigación para evaluaciones formativas y sumativas
Hay un error común de que las evaluaciones sumativas equivalen a investigación cuantitativa y la evaluación formativa equivale a cualitativa. Pero no es el caso. Las evaluaciones formativas pueden ser cualitativas como cuantitativas, lo mismo ocurre con las sumativas que pueden ser de ambos casos.
Las evaluaciones sumativas son a menudo cuantitativas pero también pueden ser estudios cualitativos. Ya que puedes querer comparar como tu producto rinde y es visto comparado con el de la competencia. Puedes pagar una evaluación heurística tanto de tu producto como el de un competidor hecha por un experto en UX.
Además las evaluaciones formativas no son siempre cualitativas. Por ejemplo se puede hacer un estudio cuantitativo para saber cuál es el porcentaje de personas que hace scroll por debajo de lo visible en una determinada página y asegurarnos que es el suficiente como para conseguir nuestros objetivos.
La evaluación formativa y sumativa corresponden a diferentes objetivos de investigación. Las evaluaciones formativas son para mejorar el diseño de manera que el producto final sea satisfactorio en su experiencia de usuario. Son una parte natural de un proceso iterativo de diseño centrado en el usuario. Las evaluaciones sumativas evalúan la usabilidad general de un producto y son básicas para trazar su usabilidad a lo largo del tiempo y en compararlo con sus competidores.