Google Maps y el uso de la imaginación

Lo cierto es que este post iba a titularse algo así como «Cuando se acaba la pasión, se ha terminado todo«. Y desde luego nada tenía que ver con Google Maps. Pero sí tenía mucho que ver con cómo se abordan los proyectos en y para la web.

He preferido dar la vuelta a casi todos los argumentos que iba a exponer en ese ya inexistente post, y he optado por hacer una reflexión, partiendo desde lo concreto, de cómo podemos sacar el máximo partido a la pasión, al entusiasmo y, en definitiva, al amor por esta profesión de hacer cosas para la web.

Todo empezó ayer por la noche. Estaba viendo uno de los proyectos que más me han gustado, de verdad, últimamente, adn.es, y ví lo que me parece un buen ejemplo (por lo crudo y por lo tristemente real) de aplicación espléndida de Google Maps.

Como se demuestra, de forma rotunda, en la imagen, el poder de comunicación de esa cosa llamada geolocalización, es absolutamente demoledor.

¿No os parece que sobran las palabras?

A mi sinceramente me dan ganas de dejar el post aquí. Pero haciendo un ejercicio absolutamente racional, me gustaría exponer algunos puntos que me parecen interesantes.

• En un proyecto para la web no nos debemos conformar con lo de siempre. Debemos poner todo lo que podamos en duda. Reinventarnos a nosotros mismos es algo que se dice muy fácilmente, pero si no lo ponemos a funcionar, acabaremos haciendo lo de siempre, o en el mejor de los casos copiando a los mejores.
• Nada es lo que parece. O nos esforzamos en hacer un ejercicio de abstracción permanente, o no veremos las extraordinarias posibilidades que ofrece la web, con lo que perderemos un montón de oportunidades innovadoras, motivacionales y de negocio por el camino.
• Al final del camino nos vamos a encontrar con un denominador común: estamos contribuyendo a, entre otras cosas, un hecho de comunicación. No lo perdamos de vista, o terminaremos discutiendo sobre el color de la base de datos.

Y no tengo nada más que decir. Al menos por el momento.