La ‘asignatura pendiente’ de la accesiblidad, en El Pais

Veo con satisfacción que en los medios grandes cada vez suenan con más frecuencia algunas de las palabrejas que venimos usando los que nos dedicamos, de una u otra forma, a evangelizar sobre todo lo que tiene que ver con la universalidad de la web. En este caso es la accesibilidad la que de la mano de un texto de Pablo Priesca, a la sazón Director de la Fundación CTIC, aparece en la versión digital de El País: La accesibilidad web: una asignatura pendiente.

Si he de ser sincero, leer la primera frase que he leído ha sido como una patada en salva sea la parte. Debe ser una fijación personal, pero es que no acabo de ver conveniente esa asociación entre accesibilidad y moda, por mucho que la popularización del palabro contribuya a sensibilizar a más gente, se entiende que desarrolladores.

Pero bueno, lo importante es que en e texto de Priesca se empiezan a poner encima de la mesa las cuestiones que tienen que ver con la puesta en práctica de lo que la ley en España obliga desde el primero de enero de este año 2006, y es que las administraciones públicas tienen la obligación de que sus sitios web cumplan con éxito las pautas de accesibilidad web de la Web Accessibility Initiative , en su nivel AA. Y punto. Y es que eso no se discute, o no se debería discutir.

Y me parece genial leer frases como el grado de cumplimiento de la Ley de Accesibilidad por parte de la administraciones publicas es en general deficiente. Porque es lo que hay. Y pese a que un servidor, desde dentro (no del CTIC sino desde dentro de una compañía que trabaja para, entre otros, las administraciones públicas) conoce honrosas excepciones de responsables de instituciones que se lo toman muy en serio, incluso antes de la entrada en vigor de la ley, la realidad es cruda como ella sola.

Hay, sin embargo, un hecho que es un tanto descorazonador:

Las Administraciones sienten la presión de la Ley, aunque son conocedoras de que ésta no prevé, al menos de momento, sanciones por incumplimiento

Y de ahí se salta a una conclusión que me deja estupefacto:

En buena medida la pelota está en el alero de las empresas tecnológicas

Y sigue:

Las Administraciones demandan a las empresas proveedoras de servicios tecnológicos sitios web accesibles, pero éstas con excesiva frecuencia desconocen las pautas de estandarización necesarias para ello.

La cosa no queda ahí:

El problema de fondo es que las empresas tecnológicas siguen entendiendo la construcción del software como cajas negras (se presenta el producto pero no se dice cuáles son sus ingredientes) y el conocimiento para la construcción de arquitecturas estandarizadas deja mucho que desear.

No niego que desconozco la totalidad, o al menos un bosquejo representativo de cómo son las empresas de desarrollo web que hay por ahí, pero desde luego, y desempeñando el trabajo profesional en una de las que sí que saben de qué va todo esto, no puedo más que escandalizarme un poco al leer semejante cosa. Aunque sólo sea por orgullo profesional.

Así que si alguien que haya leído el texto de El País y haya llegado hasta aquí,por favor, que llame a mis jefes, que nosotros sí que sabemos de qué va todo esto. Mi ego profesional crecerá, lo mismo me suben el sueldo, y mis jefes me querrán mucho más.

Se me ocurre que el CTIC, si ve que una parte de la responsabilidad del estado de la accesibilidad web en las instituciones públicas está de parte de las empresas, que diga a qué puertas llamar, que hay quienes sabemos de qué va todo esto, y todos estaremos más contentos.

Mucho más en serio, no me parece compatible decir que por lo general los responsables de las instituciones públicas lo tienen claro y están sensibilizados respecto de la accesibilidad web, y a la vez decir que:

Se están ofreciendo a pequeños ayuntamientos servicios basados en productos comerciales de conocidas multinacionales como la solución a sus portales del ciudadano a sabiendas del incumplimiento de las pautas de accesibilidad.

A pequeños y a grandes. Y a lo que no son ayuntamientos. Y el problema no está en quien vende, sino en quien compra. Porque si el que compra no está bien asesorado, es que o no lo tiene tan claro, o de sensibilidad anda flojo.

De todos modos bienvenidos sean los textos sobre accesibilidad web en los grandes medios.