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¿Minimalismo o maximalismo? Cómo decidir la mejor opción para tu diseño

El minimalismo y el maximalismo son dos corrientes del diseño que nunca pasan de moda, como el yin y el yang del mundo visual. Aunque parecen opuestas, en realidad se complementan, creando un diálogo entre la simplicidad y la complejidad.
Cada elección de diseño que hacemos (ya sea para un packaging, una web, una aplicación, etc) afecta a cómo los usuarios perciben y se conectan con nuestra marca.
En este artículo, desglosamos cómo emplear correctamente ambas corrientes en el diseño UX. Además, te proporcionamos algunos ejemplos y consejos que podrás aplicar directamente en tu trabajo. Ya seas un diseñador en busca de inspiración o un emprendedor deseoso de hacer que tu marca se destaque, este post te ofrecerá las herramientas necesarias para tomar las decisiones que necesites en tu proceso de diseño.
Minimalismo: menos es más
El minimalismo, como movimiento estético, surge en la década de 1960 con raíces en el modernismo. Es el diseño de lo esencial, de lo que no necesita más ornamento para transmitir un mensaje claro. Se caracteriza por:
- Paletas de colores neutros: predominan los blancos, grises y colores apagados que no distraigan demasiado.
- Líneas limpias: los elementos están dispuestos de manera ordenada.
- Enfoque en la funcionalidad: todo lo que aparece en un diseño minimalista tiene una razón de ser, eliminando el «ruido».
Un buen ejemplo de diseño minimalista en packaging es el de Apple. Desde el iPhone hasta el MacBook, sus cajas transmiten lujo sin necesidad de elementos adicionales. Este enfoque consigue que los usuarios se centren en lo verdaderamente importante: el producto.

Según un estudio de la Society for Consumer Psychology (2019), los consumidores asocian el minimalismo con productos de alta calidad y exclusividad.
Maximalismo: más es más
Si el minimalismo se centra en la simplicidad, el maximalismo es su antítesis. Este movimiento, nacido en la segunda mitad del siglo XX como una reacción al minimalismo, aboga por la riqueza visual y la abundancia de elementos. Sus características principales incluyen:
- Colores llamativos: una amplia gama de colores vibrantes que captan la atención al momento.
- Patrones y texturas complejas: los diseños maximalistas no temen mezclar diferentes formas y texturas, creando un efecto visual que es imposible de ignorar.
- Sensación de abundancia: cada centímetro del diseño está cargado de detalles.
La revista digital The Face es un claro ejemplo de maximalismo en el mundo digital. Su sitio web se caracteriza por el uso de tipografías grandes y llamativas, colores intensos, superposición de elementos y una estructura visual que busca captar la atención de manera inmediata.
Los patrones visuales se mezclan sin miedo, creando una experiencia visual cargada, pero sorprendentemente bien organizada. Esto encaja perfectamente con el objetivo de la marca: ser creativa, irreverente y captar a una audiencia joven.

Según un estudio de la consultora Pantone (2022), el 74% de los consumidores perciben las marcas con un enfoque maximalista como innovadoras y creativas.
¿Cuándo elegir uno u otro?
Cuando nos preguntan si elegir minimalismo o maximalismo, lo primero que tenemos que hacer es pensar en el contexto. No es solo una cuestión de gustos, sino de qué objetivo quieres alcanzar y cómo lo va a vivir el usuario. Aquí te dejamos algunas preguntas que te debes hacer para decidir:
1. ¿Qué emociones quieres evocar?
- Si tu marca busca transmitir sofisticación o un enfoque exclusivo, el minimalismo es tu mejor aliado.
- Si lo que quieres es transmitir energía, creatividad y un carácter rompedor, el maximalismo puede ser la opción adecuada.
2. ¿A quién te diriges?
- Si tu público objetivo valora la simplicidad y eficiencia, el minimalismo será mejor recibido.
- Si tus usuarios buscan experiencias únicas y creativas, el maximalismo puede generar un mayor impacto.
3. ¿Cuál es el contexto del diseño?
No podemos hablar de todos los tipos de productos en los que puedes aplicar un diseño maximalista o minimalista, pero queremos ofrecerte algunos ejemplos que te ayudarán a entender mejor cómo tomar esta decisión.
- Interfaz de dispositivos wearables: si estás diseñando para un reloj inteligente, piensa en lo que el usuario necesita: espacio reducido y de acceso rápido. Aquí no puedes permitirte saturar la pantalla con demasiados elementos. El minimalismo es casi una obligación. Cada elemento tiene que ser funcional porque el usuario necesita información rápida, sin distracciones. Menos es más, literalmente.
- eCommerce: si tienes una tienda online, piensa en el recorrido de tus clientes. Si lo que buscas es que el usuario se centre en los productos, lo ideal es optar por un diseño minimalista. Esto facilita que el producto sea el protagonista, sin competir con otros elementos. Pero si estás lanzando una campaña o promoción importante, es el momento de jugar con el maximalismo.
- Interfaces de juegos: para juegos de rol o aventuras gráficas, un enfoque maximalista con gráficos ricos y detalles vibrantes puede sumergir al jugador en la experiencia. Pero, en juegos de estrategia o puzles, donde la claridad y la funcionalidad son esenciales, un diseño más minimalista ayuda a los jugadores a concentrarse en la estrategia sin distracciones innecesarias.
- Portafolios online: al diseñar un portafolio para un artista o un diseñador, el minimalismo puede permitir que el trabajo destaque sin distracciones. Sin embargo, si se trata de una exhibición o una presentación de un proyecto creativo, un enfoque maximalista puede ser más apropiado, utilizando colores más vivos y elementos gráficos que reflejen la personalidad del artista.
- Landing pages: si estás creando una página de aterrizaje para captar leads, un enfoque minimalista suele ser la mejor opción. Necesitas que el usuario complete una acción específica, como registrarse para un boletín, por lo que el diseño minimalista le ayudará a poner el foco en la tarea. Por otro lado, si lanzas un nuevo producto, puedes utilizar un diseño maximalista con muchas imágenes y descripciones detalladas.
Así que, ya sea que optes por un enfoque minimalista o maximalista, asegúrate de que cada decisión esté alineada con la esencia de tu marca y las necesidades de tu audiencia. Con esto en mente, estarás en el camino correcto para crear un diseño atractivo y efectivo al mismo tiempo.
Foto de Glen Carrie en Unsplash