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Es domingo por la mañana cuando escribo esto. Tengo la sana costumbre de leer toda la prensa que puedo siempre que tengo una mañana libre en el fin de semana. Y este es el caso. Total que estaba leyendo una entrevista a Don Manuel en el ABC y al llegar al final de la misma, me encuentro con un golpe de mano de hierro en mis ojos al contemplar el pie de página que tiene el diario mencionado en su edición web.
Pongo una capura de pantalla para ilustrar lo que digo, y recuerdo un pasaje de una lectura no muy lejana en el tiempo. Pienso, la busco, y la encuentro. Se trata de un fantástico post de Usolab llamado Final de página, ¿por qué no aprovecharlo?, que a su vez, bebe de Embrace your bottom!, de Derek Powazek. Lo que se pone sobre la mesa en el post que comenta la gente de Usolab es una narración del proceso de lectura o escaneo de una web por parte de un usuario. Y al final del acto, el usuario se puede quedar satisfecho con lo que ha visto, o no, pero lo que está claro es que está al final de un proceso. Entonces se plantea la interrogante:
La parte superior de las páginas suele estar abarrotada con la navegación, el centro se dedica sobre todo al contenido principal y en los laterales se ofrece a veces información para los que no están interesados en el contenido central. Pero, ¿qué pasa con los usuarios que han mostrado interés en el contenido central, cuando llegan al final de la página, cuando están listos para hacer algo más?
Si nos planteamos esa cuestión y volvemos a ver el pie de página que nos proponen desde ABC creo que entenderemos mejor lo que puede significar un pie de página más pensado, más estudiado, y tratado con más cariño.