Sistemas de Diseño y Arquitectura de la Información: aspectos cruciales

Diseño UX
05/2/2024
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Torresburriel Estudio
Vista aérea de una biblioteca moderna de varios pisos con estantes blancos llenos de libros, escaleras simétricas y personas dispersas leyendo, destacando la arquitectura limpia y el diseño minimalista.

Ya hemos hablado en este blog sobre qué son los Sistemas de Diseño, sus elementos clave y los pasos para implementarlos de forma efectiva

Aquí, vamos a seguir hablando sobre cómo crearlos de la mejor manera posible, y vamos a profundizar en su Arquitectura de la Informaciónn, porque los tratamos como un producto digital en sí mismo. 

La Arquitectura de la Información o “AI”no solo es una disciplina esencial, sino también un factor determinante en la experiencia del usuario. Peter Morville, director de Semantic Studios y coautor de «Arquitecture for the World Wide Web» (1998), enfatiza lo siguiente:

“La Arquitectura de la Información ayuda a nuestros usuarios a entender dónde están, qué han encontrado, qué pueden esperar y qué hay alrededor”.

Al igual que la disciplina de la arquitectura propiamente dicha, hay una serie de preguntas cuya resolución marcarán la diferencia entre una buena cimentación de nuestro producto, o, por el contrario, una mala experiencia para el usuario:

  • ¿Cómo debemos estructurar nuestro producto para que sea firme, entendible y efectivo? ¿Dónde debemos construirlo?
  • ¿Por dónde empezamos y qué características buscamos?
  • ¿De qué tamaño o complejidad se dotará a nuestro producto?
  • ¿Quiénes van a utilizar este producto?

Si tomamos en cuenta los Sistemas de Diseño (compendios de estándares y recursos empleados en productos que mantienen su identidad, función y expansión), estas preguntas anteriores pueden suponer un desafío a la hora de abordar su creación. 

Aplicar una buena Arquitectura de la Información será crucial a la hora de dotar a los sistemas de diseño de efectividad, utilidad y consistencia a los productos que se sostengan de nuestro Sistema de Diseño.

Por eso, explicaremos cómo estas consideraciones fundamentales son esenciales para la construcción exitosa de sistemas de diseño.

Consideraciones clave antes de comenzar a diseñar nuestra Arquitectura de la Información

Para poder entender correctamente cómo debemos de realizar nuestra arquitectura enfocada en un Sistema de Diseño, debemos de situar este proceso dentro de todos los que engloban la construcción de nuestro Sistema de Diseño, siendo estos:

  • Experiencia de Usuario o UX
  • Investigación de usuarios o UX Research
  • Arquitectura de la Información o AI
  • Diseño de interacción o IxD
  • Interfaz de usuarios o UI

Como comprobamos, se sitúa después de las investigaciones del usuario, y es aquí en donde se sustenta una de las tres bases principales a la hora de realizar una nueva Arquitectura de la Información.

Investigación profunda del usuario

En el contexto de Sistemas de Diseño, la comprensión del usuario se mantiene como un requisito fundamental. La AI toma su posición después de la investigación exhaustiva del usuario, en la que se crearán las estructuras útiles de nuestro Sistema de Diseño.

Es por eso que debemos conocer los perfiles principales de un Sistema de Diseño (si además de desarrolladores y equipos de diseño, hay agentes externos), sus objetivos (qué es lo que desean buscar), sus hábitos de navegación… Todas ellas serán cuestiones fundamentales para nuestro estado de arquitectura.

Consideración integral del contexto

La Arquitectura de la Información no puede ser efectiva si solo se enfoca en los usuarios: debemos de investigar su contexto circundante.

Por ejemplo, los contextos del negocio al que pertenecerá el Sistema de Diseño han de estar acordes a sus valores y objetivos, a las funcionalidades que proyectan en sus herramientas, o al tono y personalidad de la empresa.

Análisis detallado de contenidos

En Sistemas de Diseño, la jerarquización precisa de la información es un proceso minucioso. Si comprobamos los contenidos de un Sistema de Diseño clave echando un vistazo a ejemplos reales, nos veremos, de alguna manera, abrumados. 

El inventario de contenidos será crucial para poder estructurar correctamente todos y cada uno de los requerimientos esenciales que necesita nuestro Sistemas de Diseño: guías de estilo, componentes y aplicaciones, patrones de uso y ejemplos de los mismos…

Teniendo en cuenta estas cuestiones, podremos comenzar a diseñar nuestra AI.

Pasos estratégicos para desarrollar la Arquitectura de la Información de un Sistema de Diseño

Organizar y etiquetar los contenidos

La organización de un inventario claro y ordenado de los contenidos que necesitamos proporcionará las bases para centralizar nuestra información. Debemos de saber los términos que serán familiares para un tipo de usuario y otro, manteniendo una claridad global entre equipos. 

Esto además nos permitirá utilizar sistemas de navegación más directos y esquematizados, como el uso de un buscador general. 

Unir grupos de contenido

Agrupar información de acuerdo con su sentido semántico es crucial: será nuestro primer ordenamiento de los contenidos, llegando a definir temáticas que cuentan con elementos relacionados con ellos, teniendo en cuenta la Ley de Proximidad.

Actualmente, existen muchas prácticas para poder comprobar la efectividad de estos grupos y en cómo podemos garantizar que nuestras temáticas tienen un sentido de unión. Prácticas como el card sorting pueden resultar útiles para esta tarea, permitiendo una organización intuitiva basándonos en la perspectiva de cada uno de los tipos de usuarios, para encontrar puntos en común.

Por ejemplo, realizar esta práctica tanto con los equipos de diseño como con los desarrolladores nos ayudará a comprender mejor el cómo ordenan cada uno de los grupos de contenido y en qué coinciden cada uno de los equipos.

Definir el mapa

El desarrollo de un mapa conceptual revela la disposición jerárquica de los bloques de información. En este paso, deberemos estructurar todos los contenidos teniendo en cuenta el ir de lo más general a lo particular. 

Visualmente, plantearemos nuestras agrupaciones de lo más general, situadas más arriba; a lo más particular, localizándolas más abajo y uniendo nuestras agrupaciones por flechas.

La complejidad de nuestro mapa conceptual dependerá de los niveles de contenidos, pero aplicado a Sistemas de Diseño, podremos agruparlos bajo una estructura general. Los bloques de contenido de un Sistema de Diseño siempre partirán de nuestras guías de estilo, nuestro listado de componentes, y nuestros patrones de uso de los mismos. 

A partir de ahí, podremos añadir bloques de información de interés más particular, como el contenido que interese más a un equipo de diseño (como por ejemplo, los fundamentos o flujos de trabajo que tendrán), o los equipos de desarrollo (como el listado de herramientas o pautas a tener en cuenta a la hora de utilizarlos). 

Consejos para optimizar la Arquitectura de la Información en Sistemas de Diseño

Etiquetar contenidos con términos accesibles

Los tecnicismos son importantes, pero en ocasiones, pueden llegar a confundir. Evitar tecnicismos innecesarios y utilizar términos familiares en nuestros Sistemas de Diseño mejora la búsqueda y comprensión de los usuarios. 

La inclusión de sinónimos y términos relacionados amplía las posibilidades de que los usuarios encuentren información relevante de manera efectiva. Como explica Jakob Nielsen en su ley homónima, “los usuarios pasan la mayor parte de su tiempo en otros sitios, por lo que se tiende a preferir que sus sitios funcionen de la misma manera que todos los demás sitios que ya conocen”.

Revisar los Sistemas de Diseño existentes

Actualmente, muchos Sistemas de Diseño son públicos, como el que pertenece a IBM (Carbon Design System) o a Google (Material Design). 

Tener en cuenta la forma en la que están construidos otros Sistemas de Diseño nos puede aportar una navegación más familiar con el usuario, puesto que siempre se replican los mismos procesos de navegación en ellos y se tiende a seguir patrones.

Simplicidad sobre abundancia 

En Sistemas de Diseño, la regla de «más no es mejor» adquiere especial relevancia. Optar por la simplicidad sobre la complejidad garantiza una estructura clara y directa, eliminamos ruido innecesario y dotamos de más dirección a nuestros usuarios (los equipos de diseño, por ejemplo) en su navegación. 

Ofrecer opciones relevantes y eliminar el exceso de información contribuye a una experiencia de usuario más efectiva y satisfactoria.

En conclusión, la Arquitectura de la Información constituye la columna vertebral de cualquier Sistema de Diseño, proporcionando un marco ordenado y coherente que no solo facilita el acceso y la comprensión del usuario sino que también mejora significativamente la experiencia de usuario en su conjunto. 


Foto de portada Christian Wiediger en Unsplash.

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