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En el post anterior hablamos sobre qué es un sistema de diseño y algunos de sus componentes clave, como colores, sombras, efectos y tipografía. Hoy nos enfocaremos en la iconografía, otra parte fundamental del diseño que se basa en el uso de imágenes o símbolos para representar ideas o acciones.
Desde el punto de vista del diseño de interfaces de usuario (UI) y experiencia de usuario (UX), los iconos son pequeños gráficos que ayudan a los usuarios a identificar rápidamente para qué sirven ciertos botones o funciones, sin necesidad de leer textos largos. Un ejemplo clásico es la lupa, que indica la opción de «buscar», o el sobre, que representa los «mensajes».
En un sistema de diseño, todos los iconos tienen que mantener un estilo coherente: mismo grosor de líneas, proporciones y detalles. Esto asegura una consistencia visual que facilita la navegación y mejora la experiencia del usuario.
La iconografía es una de las áreas del UX que más disfrutamos. Aunque su uso se ha extendido a muchos ámbitos, desde sitios web hasta infografías, diseñar iconos que sean útiles y visualmente atractivos sigue siendo todo un arte.
En este post vamos a hablar sobre cómo se clasifican y qué estilos de iconos existen, para ayudarte a escoger el que mejor se adapte a tu diseño y hacerlo más claro y atractivo.
Clasificación de iconografías
Para organizar mejor los iconos, se agrupan en categorías según su función, lo que permite una selección más precisa en cada parte del diseño.
- Iconos de consumo: representan acciones y productos relacionados con el comercio, como el carrito de compras o las tarjetas de crédito, organizados en subcategorías como moda, tecnología y alimentación.
- Indicadores de estado: iconos que informan visualmente sobre el estado de una acción, como éxito, error o advertencia.
- Navegación: iconos como flechas o el símbolo de inicio, diseñados para facilitar el desplazamiento dentro de la interfaz.
- Comunicación y redes sociales: Representan medios de contacto, como teléfono o correo electrónico, y facilitan la interacción a través de redes sociales o servicios de atención al cliente.
- Multimedia: iconos relacionados con la reproducción de contenido, como botones de play, pausa, o volumen, que son esenciales en interfaces que incluyen audio y video.
- Seguridad y privacidad: representan elementos como el candado, el ojo (para mostrar/ocultar contraseñas) o el escudo, ayudando a señalar configuraciones.
Estilos de iconografías
Existen diferentes estilos de iconos, y cada uno tiene sus propios usos y ventajas. Aquí te explicamos los principales estilos que utilizamos en el Estudio y cuándo es mejor utilizarlos.
1. Iconos sólidos
Los iconos sólidos son los más simples. Son figuras rellenas que funcionan muy bien en espacios pequeños, como botones o menús en móviles. Son fáciles de entender porque no tienen detalles complicados. Sin embargo, cuando los haces más grandes, pueden perder atractivo visual porque son bastante básicos. Aun así, si buscas claridad y sencillez, son una buena opción.

2. Iconos de línea
Los iconos de línea, también conocidos como «outline icons», son cada vez más populares. Tienen un aspecto limpio y ligero, ya que solo usan contornos. Son buenos para interfaces que buscan un diseño moderno y minimalista. Eso sí, en tamaños muy pequeños pueden ser difíciles de ver o entender, por lo que hay que tener cuidado dónde y cómo se usan.

3. Iconos de forma coloreada
Este estilo utiliza formas geométricas y colores llamativos. Los «flat icons» (iconos planos) son un ejemplo de esto. Son muy visuales y ayudan a captar la atención. Sin embargo, puede ser complicado lograr que estos iconos sean claros y fáciles de entender porque no tienen una silueta definida, y a veces los colores pueden confundir más que ayudar. Aún así, son ideales si quieres darle vida a la interfaz.

4. Iconos en 3D
Los iconos en 3D añaden sombras y profundidad, haciendo que parezcan más reales. Son útiles si buscas algo visualmente atractivo y diferente. Pero es importante no usarlos demasiado, ya que pueden sobrecargar la interfaz y hacer que sea más difícil de navegar. En pequeñas dosis, aportan un toque dinámico a tu diseño.

5. Iconos isométricos
Son una versión de los iconos en 3D, pero con una perspectiva fija. Esto les da profundidad, pero sin llegar a ser tan detallados como los iconos 3D completos. Funcionan bien en interfaces que quieren ofrecer más detalle sin perder orden y claridad.

El reto está en encontrar el equilibrio entre estética y usabilidad, siempre teniendo en cuenta el contexto en el que se van a usar y las necesidades de los usuarios. Al final, la iconografía no es solo un complemento visual, sino un lenguaje que, si se usa bien, puede hacer que las interfaces sean mucho más intuitivas y fáciles de navegar.
Foto de Harpal Singh en Unsplash