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El editor como palanca de la experiencia de usuario
Desde hace varios meses ando rumiando una idea que tiene que ver con los elementos de la experiencia de usuario que permiten o facilitan que ésta sea la mejor en todos los casos posible.
Cuando me lo planteo pienso en los contextos en los que, siendo realista, se puede controlar de alguna forma que la experiencia de usuario. No es tarea sencilla pensar en un producto digital que, funcionando de manera autónoma, garantice o por lo menos contenga los mecanismos que permitan salvaguardar un cierto nivel de experiencia de usuario.
Pongamos un ejemplo: una tienda online. La podemos desarrollar siguiendo todas y cada una de las recomendaciones metodológicas habidas y por haber. Hacemos pruebas con usuarios, aseguramos un desarrollo plagado de buenas prácticas, contamos con la participación del usuario en todo momento, no relegamos el diseño visual a un plano meramente ornamental, etc.
Pero, ¿y el día después de la puesta en producción? Ya no hace falta que digamos que un proyecto en realidad empieza el día en que se pone en producción. Entonces, ¿cómo vamos a poder asegurar un cierto mantenimiento de la experiencia de usuario cuando es el propio producto digital el único que tiene herramientas para poder hacer operativa tal experiencia?
Algunos de los elementos que pueden influir en esta cuestión pasan, de forma genérica, por los métodos que hayamos diseñado destinados a la inserción de datos. Me explico: las formas, procesos e interfaces que hayamos diseñado para que el producto digital renueve o actualice sus contenidos es una de esas piezas clave.
Y si nos vamos a lo más concreto que podemos pensar hablando de entrada de datos nos encontramos con el destino de este post. El editor es esa pieza, desde mi modesto punto de vista, que permite abordar el mantenimiento de ciertos niveles de experiencia de usuario. Hay más elementos, por supuesto, pero si los conceptualizamos hablando del editor, cubrimos un mayoritario porcentaje de éstos.
Captura de pantalla de un editor basado en la simplicidad: iA Writer
Y, ¿qué elementos deberían caracterizar a un editor para que fuese éste un aliado en el mantenimiento de la experiencia de usuario? Me atrevo a enumerar algunos:
- Simplicidad
- Ausencia de elementos no nucleares
- Rapidez de carga
- Compatibilidad multidispositivo
- Alto nivel de personalización (para su uso en el medio plazo)
- Mínimas características de edición
- Opción de trabajo full-screen
- Foco centrado en el párrafo que se está escribiendo
- Gran tamaño de tipografía por defecto
- Uso de tipografía con remate por defecto
Estas son, sin duda, algunas de las características que propondría si alguien me preguntara acerca de cómo diseñar un editor que permita mantener unos niveles de experiencia de usuario deseables.
En Torresburriel Estudio trabajamos proyectos de diseño de servicios y productos digitales en los que la investigación de usuarios es un elemento fundamental del proceso. Si es tu caso, contacta con nosotros hoy mismo y hablamos.