Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Con la expansión de dispositivos móviles y la fuerte competencia entre sistemas operativos como Android y Apple, el diseño de aplicaciones se ha enfrentado a una diversidad de pantallas y resoluciones sin precedentes. Cada fabricante lanza al mercado dispositivos con características únicas, y el tamaño de pantalla, en particular, puede variar drásticamente entre modelos.
Esto ha generado una complejidad significativa en el diseño de interfaces visuales, ya que adaptar cada elemento a múltiples pantallas y dimensiones incrementa los costos y el tiempo de desarrollo.
Para resolver este lío, los diseñadores han encontrado un enfoque que les facilita la vida: el diseño en base 8. ¿En qué consiste? Básicamente, se trata de utilizar incrementos de 8 píxeles para definir tamaños, márgenes y espacios entre elementos. Esto crea una cuadrícula que hace que todo se vea más alineado y organizado, sin importar si lo ves en la pantalla de tu teléfono, tablet o monitor ultrapanorámico
Además, usar esta regla también facilita el trabajo en equipo. Diseñadores y desarrolladores pueden colaborar de forma más eficiente, ya que todos siguen el mismo sistema, reduciendo errores y acelerando el proceso.
¿Por qué 8 y no otro?
El número 8 es ideal para el diseño de interfaces porque, al ser par, permite divisiones exactas sin recurrir a medios píxeles, lo que asegura una mayor precisión y alineación en los elementos. Esto facilita tanto la escalabilidad como la organización visual, manteniendo un diseño limpio y coherente en cualquier dispositivo.
A diferencia de múltiplos como el 6 o el 10, el 8 ofrece un equilibrio perfecto: proporciona suficientes opciones de espaciado sin ser demasiado detallado (como el 6) ni monótono (como el 10).
Además, grandes plataformas como Apple y Android respaldan el uso de cuadrículas de 8 píxeles, lo que garantiza una adaptación eficiente en diferentes pantallas y mejora la experiencia de usuario.
Crea una escala tipografía coherente
La tipografía en el diseño UI se trata de garantizar que sea funcional y fácil de leer en cualquier dispositivo. Usar múltiplos de 8 para los tamaños de fuente ayuda a establecer una jerarquía clara entre diferentes tipos de texto, como títulos, subtítulos y párrafos. Esta estructura hace que los usuarios puedan navegar de manera intuitiva, comprendiendo de inmediato qué es más importante en la interfaz.
Lo interesante de usar la escala de 8 es que, además de mejorar la organización visual, los tamaños de fuente se alinean con el resto del diseño, como márgenes y espaciados.
Mejora la usabilidad con el espaciado
Utilizar múltiplos de 8 en los espaciados, como márgenes y padding, ayuda a crear una estructura visualmente ordenada y consistente en toda la interfaz. Al mantener una escala uniforme para la distancia entre elementos (8px, 16px, 24px, etc.), los diseñadores pueden asegurar que el diseño se perciba limpio y bien organizado, independientemente del dispositivo o tamaño de pantalla.
Este enfoque también facilita la lectura y navegación, ya que el espacio entre secciones, botones y otros componentes es siempre claro y predecible, evitando una sensación de sobrecarga cognitiva. Al emplear espaciados que siguen una proporción lógica, el diseño se siente más intuitivo y acogedor, ayudando a guiar la atención del usuario de manera natural entre los diferentes elementos de la interfaz.
No olvidemos el impacto del espaciado en la accesibilidad. En interfaces accesibles, el espaciado adecuado entre los elementos facilita la interacción, especialmente en pantallas táctiles o con lectores de pantalla. El espacio entre los botones mejora la precisión al tocarlos y reduce errores al interactuar con la interfaz.
Establece el tamaño de los componentes
Aplicar múltiplos de 8 a los tamaños de los componentes en una interfaz, como botones, tarjetas y contenedores, ayuda a mantener una proporción visual que es tanto agradable como funcional. Al establecer dimensiones siguiendo esta escala (por ejemplo, 48px para botones, 64px para tarjetas), los componentes se alinean de forma coherente, logrando una disposición equilibrada que facilita la navegación y la interacción.
Esta práctica simplifica el diseño y asegura que los elementos interactivos, como botones y campos de formulario, tengan el tamaño adecuado para ser fácilmente accesibles en pantallas táctiles y otros dispositivos.
Al final, diseñar en base 8 es una forma de simplificar y darle orden al caos digital. Con esta cuadrícula, todo se alinea de manera más natural y fluida, lo que hace que tanto diseñadores como desarrolladores trabajen de forma más eficiente y el usuario disfrute de una experiencia más consistente, sin importar el dispositivo. Si buscas un diseño más limpio, fácil de ajustar y que funcione bien en cualquier pantalla, la base 8 es definitivamente el camino a seguir.
Foto de Maximalfocus en Unsplash