Un proceso sencillo para realizar tests A/B

Experiencia de usuario
05/10/2016
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Samuel Gimeno Artigas
Escritorio redondo con laptop, gafas, planta, celular, lápices y unas manos de mujer tecleando.

Básicamente, en nuestro trabajo de diseñadores de UX nos enfrentamos constantemente a situaciones donde debemos tomar decisiones de diseño, sin saber de qué forma la aceptarán los usuarios. Esa información podemos obtenerla mediante tests A/B. En el pasado, ya hemos hablado de tests A/B. Por recordarlo, un test A/B es un método de pruebas con usuarios donde se trabaja con dos (y solo dos) soluciones de diseño y se mide cuál de ellas consigue mejor los objetivos fijados.

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Dos prototipos en papel entre los que se van a someter a un test A/B. Imagen de Canvasflip.

A cada usuario se le presenta un diseño diferente, puede ser con variantes de contenido y/o diseño visual. Es decir, el usuario no es consciente que está utilizando uno u otro diseño. Se tratará de que complete una acción concreta. Finalmente, recogemos resultados y medimos qué alternativa de diseño es la más ventajosa.

¿Cómo realizar un test A/B?

Una vez sabemos qué es un test A/B, la siguiente pregunta es cómo llevarlo a cabo.

Como suele ocurrir, la ejecución del propio test A/B no es lo más crítico. La cuestión de fondo antes de plantear un test de estas características es definir cuáles son los objetivos de negocio a conseguir y ser capaz de medir resultados de forma fiable y aséptica para el resultado, para tomar la mejor opción sin interferencias.

En el Medium de Canvasflip han escrito un artículo completo donde exponen un marco de trabajo para hacer tests A/B con prototipos. Se trata de un proceso sencillo de 7 pasos para testear aplicaciones antes de un lanzamiento.

El proceso que proponen en Canvasflip es:

    1. Define objetivos: es importante saber qué queremos conseguir con el test A/B. Para ello, es necesario tener claro los objetivos que se quieren conseguir. Esto ayuda a orientar todas las fases hacia la consecución de esos objetivos.
      Aquí es conveniente elegir un área o áreas sobre las que trabajar y fijar objetivos cuantificables. Por ejemplo, mejorar el tiempo en el que un usuario tarda en hacer una tarea o aumentar el número de veces que se hace clic en un botón de compra.
    2. Recoge los datos: es bueno empezar con tests internos para averiguar información: sobre cómo navegan los usuarios.. Consigue unos usuarios de prueba y grábalos en video para revisar cómo navegan por el prototipo de tu aplicación y qué problemas se encuentran. Este trabajo debe servir como punto de partida para generar las hipótesis de trabajo que veremos en el siguiente punto.
    3. Genera las hipótesis: a partir de los datos recogidos en las pruebas internas, deberás generar algunas hipótesis con las que hacer las variaciones (o propuestas de diseño) que se someterán a prueba. Para ello, ten en cuenta los errores más comunes detectados y las posibles soluciones a problemas o situaciones similares que se puedan implementar. Por supuesto, ten en cuenta las particularidades de tu producto o servicio digital.
    4. Crea las variaciones: una vez generadas las hipótesis de trabajo, es el turno de crear las variaciones de diseño que se someterán al test A/B. Esas variaciones pueden ser desde cambiar el color de un botón o su posición, a cambiar los textos que se muestran a los usuarios… Ten en cuenta deben quedar solo dos variaciones finales, a partir de las cuales serán las que se ejecuten en los tests.
    5. Ejecuta los tests: divide a los participantes del test en dos mitades exactas, y haz el test a una mitad con un prototipo y a la otra mitad con el otro.
    6. Analiza los resultados: una vez ejecutados los test A/B, tenemos que ver cual de las dos variaciones tiene mejor rendimiento para obtener los resultados que nos hemos propuesto en el paso 1. Una de las dos variaciones tendrá mejores resultados y, por tanto, será el diseño ganador.
    7. Implementa el ganador: una vez tenemos una propuesta de diseño ganadora en los tests, sólo nos queda implementarla. Posteriormente, puede ser interesante hacer otras pruebas con usuarios que validen esa decisión de diseño.

Como podéis comprobar, sus propuestas se asemejan a nuestras recomendaciones sobre cómo hacer tests con usuarios o cómo implementar una metodología de diseño centrado en el usuario.

En muchas ocasiones, es probable que la propuesta ganadora nos sorprenda porque no era nuestra candidata. Para eso hacemos los tests, para implementar lo que mejor funciona para los usuarios, no para nosotros.

Lo interesante de este proceso es que no tomamos decisiones basadas en suposiciones, sino que dejamos que hablen los datos.

En Torresburriel Estudio estamos especializados a diseñar y realizar tests con usuarios para diferentes productos o servicios digitales, dependiendo de los objetivos del proyecto. Contacta ahora con nosotros y hablamos 🙂

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2 respuestas a “Un proceso sencillo para realizar tests A/B”

  1. […] os hablamos en otro post sobre cómo hacer test A/B en siete pasos, hoy os traemos otra metodología todavía más simple para hacer tests A/B en cinco pasos. La cual […]

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